Las técnicas de estudio te facilitan memorizar, concentrarte o resumir tus apuntes de forma eficiente de cara al examen. Si eres opositor, seguramente te ayude seguir algunos métodos para optimizar tu tiempo al máximo y aprovecharlo de verdad. En el post de hoy te contamos algunas técnicas que puedes poner en práctica para estudiar mejor.
La verdad es que no hay pasos milagrosos para preparar un examen. Cada persona es un mundo y a cada una le funcionan mejor unos métodos que otros.
Por eso una de las cosas más importantes antes de ponerte a estudiar es saber qué técnicas te sirven a ti. Puedes empezar por descubrir si prefieres memorizar leyendo en alto o escribiendo, o calcular el tiempo que eres capaz de concentrarte.
De todos modos, trabajar la información siempre ayuda a procesarla mejor. Si empleas ciertos métodos, optimizas las horas, ordenas el temario en tu mente y retienes más contenido.
Toma notas
Esta es una forma de atender realmente a los apuntes. En ocasiones, puede que no retengas la información que acabas de leer porque no reparas en ella tanto como deberías. Obligarte a escribir parte de ella es una forma eficiente de recordar el temario.
Es importante ser conciso y aprender a utilizar enunciados con palabras clave. Tienes que tomar notas de manera que, al verlas, seas capaz de recordar de manera clara a lo que se refieren.
Estudiar en apuntes limpios permite memorizar mejor, así que las notas deben ser igual de pulcras. Si empleas pósits no tienes demasiado espacio, por eso debes atender a las palabras clave según el tema.
Haz esquemas
Si tomar notas te ayuda a memorizar, ir un paso más allá todavía más. Realizar esquemas o resúmenes es una forma de prestar mucha más atención a lo que lees y analizarlo en profundidad. Además, los materiales que elabores serán muy útiles para enfrentarte al estudio o repaso.
Los mapas mentales son especialmente eficaces para personas con buena memoria visual y deben estar centrados en una idea principal. Para organizarlos puedes utilizar el conocido Método Cornell. Este sistema ayuda a realizar buenos resúmenes, en los que debes utilizar tus propias palabras y una hoja por tema con el siguiente esquema:
- Lado izquierdo: úsalo para poner las palabras clave del tema.
- Lado derecho: en él tienes que incluir un resumen con pequeñas notas, fechas… sobre lo anterior.
- Parte inferior: utilízala para ampliar conceptos con esquemas.
Estas notas son perfectas para la memorización. Hacer tarjetas con este sistema, bien ordenadas y limpias, sirven para ver la palabra clave e intentar explicarla sin acudir al lado derecho, donde tienes el resumen más elaborado.
Usa códigos de colores
Este sistema ayuda a ver con claridad los apuntes antes de enfrentarte a ellos. Cambia mucho la percepción cuando pasas de unas hojas en blanco y negro a un texto subrayado en diferentes colores, cada uno con un significado.
Poner un código a cada tono es perfecto para orientarte y memorizar mejor. De este modo, asignas un color a cada concepto, apartado, información… Un ejemplo general para todo tipo de oposición es: título en rosa, subtítulo en naranja, apartados en azul, contenido en amarillo y ejemplos en verde.
Tienes que subrayar de manera eficiente. Es decir, no pongas color a todas las frases, porque puedes saturarte de cara al estudio. Es mejor atender a palabras clave, títulos, fechas… elementos que interesa tener destacados y que te permitan orientarte.
Asigna tiempos de estudio
Hay días en los que tienes una gran concentración y lees durante más tiempo del habitual, pero no suele ocurrir. De nuevo, es importante que te conozcas para saber cuánto sueles aguantar estudiando bien para optimizar al máximo este método.
Un sistema que funciona es combinar tiempos fijos de trabajo y descanso. Concretamente, estudiar durante 25-30 minutos y descansar entre 5 y 10 es óptimo para muchos alumnos. Tras realizar varios ciclos, puedes hacer una pausa más prolongada de media hora. Si no sabes cómo gestionar tu tiempo, prueba con este método.
La clave está en que los minutos de estudio los dediques íntegramente a ello. Para conseguirlo, puedes poner el móvil en modo avión o desconectar las notificaciones de las redes sociales durante ese momento. Activa un temporizador para evitar estar pendiente a la hora.
Los descansos son muy importantes. Puedes relajarte como prefieras (tomando el aire, utilizando el teléfono…), pero debes tener momentos de respiro porque si no acabarás saturándote.
En este caso hay que incidir en que cada uno debe conocer su caso. Si sabes que durante el tiempo que estás dedicando al estudio no estás siendo productivo, puede que sea mejor parar o utilizar alguno de los otros métodos que mencionamos para aumentar la concentración.
Ante todo, intenta hacer la preparación de tu oposición atractiva y entretenida. Utilizando técnicas de estudio como estas conseguirás estar más activo, atender más y ser eficaz. Para sumar motivación puedes ponerte objetivos y darte premios al conseguirlos, como pueden ser 5 minutos más de descanso.
En PREMIR llevamos años preparando a nuestros alumnos para sus oposiciones y ayudándoles con todo lo que podemos. Si estás pensando en presentarte a alguna, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.